Por Marcos Ezequiel Alcides Díaz. Licenciado en Ciencia Política, Universidad de Buenos Aires.
Producción y Cadenas Globales de Valor
En el pasado, las chimeneas humeantes de las fábricas eran sinónimo de desarrollo y progreso. Eran el símbolo de unos pocos países abriéndose camino al crecimiento económico y social, con generación de empleo y producción masiva de mercancías destinadas a abastecer sus propios mercados y a satisfacer las necesidades mundiales. Del otro lado, los países más atrasados y pobres, tomaban el lugar que la división internacional del trabajo les había concedido, siendo productores de materias primas y alimentos. Hoy esto ha cambiado. Los países desarrollados han modificado su producción, enviando a la periferia sus industrias contaminantes o que generan menor valor agregado, y han comenzado a producir bienes intangibles, dedicándose principalmente a la producción de software y tecnología, desarrollo del comercio digital, marketing y servicios de post venta.
Con el ingreso de China a la economía de mercado en 1995, y como consecuencia del avance tecnológico en el transporte y las telecomunicaciones –lo que provocó la baja de sus costes-, y por las políticas de liberalización económica (menos costos a la hora de importar/exportar los productos y capitales), se conformó una nueva forma de producción: las cadenas globales de valor.
Esto fue visto como una oportunidad para las economías menos desarrolladas como forma de insertarse en el sistema productivo mundial. Gracias al avance de la informática, una empresa puede llevar el control de su producción en tiempo real, aunque esta esté esparcida en diferentes puntos del planeta. Por este motivo, comienza a producirse una nueva forma de división del trabajo, donde los países desarrollados mantienen las áreas donde se genera mayor valor agregado, como son la pre-producción (Desarrollo e Investigación, producción de bienes intangibles y diseño de la marca); y la post producción (distribución, venta, servicios de posventa y marketing). Estos países dejaron la producción de la manufacturas a países donde los costos de producción por unidad son menores. Sin embargo, este es uno de los motivos del crecimiento de varios países de Asia, como es el caso de Corea del Sur, siendo hoy uno de los mayores productores de chips (semiconductores) junto a Taiwán, lo que condujo a Corea a experimentar un aumento de su PBI en casi un 700% en 30 años, y con esto, ser la cuarta economía de Asia y la doceava del mundo en 2019 (según el Banco Mundial).
El capital intangible
El capital intangible está conformado por la producción de tecnología, software, el desarrollo de las marcas cubiertas y protegidas por las patentes, y el pago de licencias para su utilización, entre otras. Con respecto a los ingresos de las industrias, en la última década comenzaron a tomar un rol protagónico el sector de la tecnología y los servicios al consumidor; el sistema financiero, que comenzó décadas antes; y las telecomunicaciones. Esto, en detrimento de las industrias que encabezaban tradicionalmente los rankings, como son la petrolera y gasífera, y, en menor medida, las productoras de bienes.
Para poder dimensionar la importancia de estas nuevas industrias, en las cadenas globales de valor productoras de bienes innovadores, el 36% de los ingresos provienen de los desarrollos e investigaciones y otros intangibles (siendo estos en la industria farmacéutica de alrededor del 80% -debido a las licencias y patentes surgidas de las investigaciones y desarrollo de las drogas-). En términos generales, los ingresos producidos por el capital intangible pasaron del 5,4% en el año 2000, a 13,1% en 2016. En las industrias de tecnologías estos ingresos se deben principalmente al desarrollo del software, con un peso mayoritario de los sistemas operativos en los casos de computadoras, celulares y tabletas.
A pesar de seguir siendo muy grande la diferencia entre la producción de bienes con respecto a la producción de servicios, que por razones obvias hay muchos de estos que no pueden cruzar las fronteras de sus propios países, “los servicios de telecomunicaciones y tecnología, los servicios de negocios y los cargos por propiedad intelectual, están creciendo ahora 2 o 3 veces más rápido que el comercio de mercancías”. Así mismo, los intangibles comienzan a agregarle mayor valor a los productos finales. Los sistemas operativos de los celulares, como Android o IOS, son los que corresponden a casi el 50% del valor del producto, siendo el costo de fabricación del mismo en sí no mayor al 30%.
Comercio Internacional
A pesar de algunas constantes, comienzan a vislumbrarse algunos cambios en los índices de la economía mundial. Por un lado, el ingreso de China como potencia económica, y por el otro, la incorporación de empresas tecnológicas al pelotón de las “más importantes del mundo”. Con respecto a los ingresos de las empresas, desde hace casi 20 años el supermercado Walmart encabeza el ranking, seguida por empresas automotrices, petroleras e industriales. Esto se mantiene constante en los últimos 20 años, pero cambian los actores, accediendo China con empresas de petróleo y electricidad, a costa de la pérdida de esos puestos por Estados Unidos. Si tomamos en cuenta la capitalización de las empresas, en la actualidad de las 10 que lideran, 7 son empresas tecnológicas (Microsoft, Apple, Amazon, Alphabet, Facebook, Tencent y Alibaba), siendo las otras 3 financieras estadounidenses. Esto se da como resultado del núcleo que surge del sector digital conformado por la fabricación de equipos, software, servicios informáticos y telecomunicaciones.
Si nos detenemos en las empresas de tecnología con mayores ingresos, vemos que muchas de ellas (como Amazon, Facebook, Twitter o YouTube), no producen absolutamente nada, en términos físicos. Tan solo brindan un servicio, una plataforma, donde son los mismos usuarios los que suben y cargan datos en la web, u ofrecen sus servicios o mercancías para la venta de estos de forma online. Esto produce una nueva mercancía, la cual podemos considerar como una de las más importantes, porque de ella depende la estructuración comercial posterior, los datos. Con el nacimiento de la economía digital, surge un nuevo negocio encargado de la recolección, análisis y venta de los datos creados a través de la interacción de las personas entre sí en las diferentes plataformas de redes sociales, como así también, la producida en la relación entre personas, empresas e instituciones. Esto se monetiza de distintas formas. Por un lado, vendiendo servicios de almacenamiento en la nube (Amazon Web Servicies, Google Drive, Dropbox), los cuales ofrecen un servicio gratuito de GB limitado; como plataforma de alquiler de bienes por intermedio de aplicaciones móviles (Mobike, MyKeego, Awto, etc.), donde por intermedio del celular una persona pueda alquilar un auto o bicicleta, y devolverlo dejándolo en cualquier parte de la ciudad; como plataformas de comercio digital (Amazon, Alibaba, MercadoLibre); y como forma de venta de publicidad segmentada (Facebook, Google, Instagram).
El comercio digital representa hoy el 36% del PBI de los 10 países con mayores transacciones vía plataformas digitales. El crecimiento del E-Commerce es abismal, lo que representa un 61% del PBI en Japón, 84% en Corea del Sur y 46% en Estados Unidos, siendo un 36% a nivel mundial. Por este motivo, es fundamental para los países periféricos desarrollar este tipo de plataformas para empezar a posicionarse en esta nueva forma de la economía que crece día a día.
El caso Chino
Un claro ejemplo de ese camino es el desarrollo tecnológico de China. Como potencia en la cual se ha convertido en los últimos años, además de haber desarrollado su industria de forma exponencial por la incorporación de producción de manufacturas de las empresas de los países hegemónicos (y del desarrollo local por intermedio de la ingeniera inversa), ha creado sus propias plataformas de internet. Con respecto a las redes sociales, cuenta con su propia versión de Facebook, llamada WeChat, y el mundialmente famoso TikTok (con más de 2.000 millones de descargas). A su vez, cuenta con un potente motor de búsqueda llamado Baidu, que al igual que Google, cuenta con sus propios mapas, enciclopedia virtual (similar a Wikipedia), y servicio de almacenamiento de datos en la nube, entre otras prestaciones. Baidu es el segundo buscador más utilizado, y el cuarto site más visitado del mundo detrás de Google, Youtube y Tmall. Este último es un sitio de compras chino, perteneciente al Grupo Alibaba.
China ve facilitado este desarrollo debido a su enorme población, su extensísimo mercado interno y la planificación estatal centralizada. América Latina debería seguir sus pasos. Esto se podría potenciar debido a que los países de la región han fortalecido sus mercados internos, y han ido desarrollando plataformas nacionales y regionales. Este puede ser un camino rápido para fortalecer las economías internas, reduciendo notablemente la salida de divisas al exterior.
Argentina y la Industria del Software
Se estima que son 6.000 las empresas que se dedican a la industria del software en Argentina, de las cuales la gran mayoría son micro, pequeñas o medianas. Un alto número de estas se dedican a la producción de servicios para empresas nacionales, debido a que las empresas multinacionales son abastecidas por su casas matrices.
En los últimos 20 años, el empleo en esta industria creció a una tasa anual acumulativa del 13%, mientras que las ventas lo hicieron en un 10% y las exportaciones crecieron un 28%. Según informa el Plan Productivo 2030, en 2021 se exportaron 2.300 millones de dólares en concepto de Software y Servicios Informáticos (SSI), lo que nos sitúa en un lugar menor dentro del comercio internacional de estos, con un 0,2% de la participación total. El destino principal de las exportaciones fue Estados Unidos.
Estas industrias tiene un mejor nivel salarial, debido a que el promedio de los salarios en el sector casi duplica la media nacional: en noviembre de 2022 fue de $376.909, contra $204.282 a nivel país. En total, el sector emplea a 141.668 personas de forma directa -registrados en el sector privado-.
En Argentina hubo dos intentos de incentivar esta industria, mediante el Régimen de Promoción del Software (2004) y el Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento (2019). El primero se basó en beneficios fiscales a las empresas que destinen recursos a Investigación y Desarrollo, que tengan procesos de certificación de calidad y que exporten su producción. El Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento buscaba fomentar actividades económicas que “apliquen el uso del conocimiento y la digitalización de la información apoyado en los avances de la ciencia y de las tecnologías, a la obtención de bienes, prestación de servicios y/o mejoras de procesos”. Una de las modificaciones con respecto al anterior es que se incluyeron actividades como los servicios profesionales para exportación hasta la industria aeroespacial, biotecnológica y nanotecnológica. En los servicios profesionales lidera en Argentina la empresa Accenture, con 10.000 empleados. Esta última fue una de las más promovidas.
A pesar de estos intentos, y del crecimiento del sector, todavía quedan muchas cosas por mejorar. Con respecto a las plataformas de servicios, Argentina cuenta con empresas “de bandera”, como son MercadoLibre, Almundo y Despegar. A pesar de esto, y de contar con las herramientas, no se utilizan de la mejor manera. Despegar es una agencia de viajes y alojamiento online, con sede en Argentina y Brasil, ideada y fundada por un argentino, hoy de capital abierto, con una cotización de mercado de casi 1.100 millones de dólares. Sin embargo, si un turista (local o del exterior) quiere hacer una reserva de alojamiento en Argentina, ambas páginas de turismo no cuentan con una gran oferta para algunas locaciones, siendo nulas en otras. Por este motivo, muchos turistas utilizan páginas como Airbnb (Estados Unidos) o Booking (Holanda) para reservar su alojamiento, en suelo argentino, donde pueden optar por casas, habitaciones en casas de familia, hostels u hoteles. Por este motivo, el Estado debe involucrarse para diseñar plataformas que brinden estos servicios, como realizó China, o apoyar a empresas locales para que agreguen estas prestaciones para que el dinero del país y de los turistas extranjeros contribuya a las arcas nacionales.
Comentarios finales
Los Estados de la región deben impulsar la investigación y el desarrollo de bienes intangibles. La producción de bienes, que es importante y debe proseguir, ya no es suficiente para el desarrollo económico y social de estas comunidades. Hay que dar un paso más. Obviamente, en países donde la producción es preponderantemente primaria, es un avance comenzar a agregar valor e intentar desarrollar su industria. Para esto, los Estados deben tener un rol central en la economía, utilizando las herramientas político-económicas necesarias para fomentar la creación y el fortalecimiento de la producción de tecnología, software, plataformas digitales, aplicaciones móviles, etc. para evitar la salida de dinero a los países centrales, y poder convertirse en proveedor de estos, o de los países que se encuentran en su misma situación. El estado debe propiciar el trabajo en conjunto con el sector privado, creando empresas públicas o mixtas, y dando facilidades, también, para la creación de privadas, con objetivos de desarrollo económico nacional claros. Y en casos de envergadura y de necesidad de capital, debe planificar el trabajo con estados vecinos que se encuentren en las mismas condiciones, para el desarrollo en conjunto, o complementario, con el fin último del desarrollo económico y social, en pos del bienestar de sus pueblos.
Notas
2 Banco Mundial. (2019). Recuperado de: https://data.worldbank.org/indicator/NY.GDP.MKTP.CD?most_recent_value_desc=true&year_high_desc=true
3 McKinsey Global Institute. (2019). Globalization in transition: The future of trade and value chains, 37. Recuperado de: https://www.mckinsey.com/featured-insights/innovation-and-growth/globalization-in-transition-the-future-of-trade-and-value-chains.
4 Ibídem, 41.
5 Alexa. (2021). Recuperado en https://www.alexa.com/topsites
6 Moncaut, N. Baum, G. y Robert Verónica. ¿Hacia dónde se encamina la industria del software?, p.3. Ciencia, Tecnología y Política. Año 5, N°8. Mayo 2022. www.revistas.unlp.edu.ar/CTyP.
7 Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos [OPSSI] de la Cámara de la Industria Argentina del Software [CESSI]
8 Sidicaro, N. (2023). El universo productivo argentino y su potencial exportador. Revista Digital Cenital.
9 Ley N° 27.506, 2019
10 Moncaut, N., Baum, G. y Robert Verónica. ¿Hacia dónde se encamina la industria del software?, p.3. Ciencia, Tecnología y Política | Año 5 | N°8 | e072 | Mayo 2022 | ISSN 2618-3188 | www.revistas.unlp.edu.ar/CTyP |
11 Fintel. (2021). Recuperado en: https://fintel.io/soh/us/desp/tiger-global-management-llc